Evita estos errores al valorar tu vivienda
- Comparar con precios de anuncio: Los precios publicados no siempre reflejan el valor real de cierre de las operaciones. Es común que los propietarios se guíen por lo que ven en portales inmobiliarios, pero estos precios suelen estar inflados y no representan el importe final de venta. Analiza siempre los precios de cierre y no solo los de oferta.
- No considerar el estado del inmueble: Reformas, antigüedad y conservación influyen notablemente en el valor. Un piso reformado puede valer mucho más que uno a reformar, incluso en el mismo edificio. Detalles como la calidad de los materiales, instalaciones actualizadas o la eficiencia energética pueden marcar la diferencia.
- Ignorar la ubicación exacta: Dos viviendas en la misma zona pueden tener valores muy distintos según orientación, altura, vistas o servicios cercanos. La proximidad a transporte público, colegios o zonas verdes puede aumentar el valor, mientras que ruidos o falta de luz lo reducen.
- Olvidar gastos y cargas: Hipotecas, derramas o deudas pueden afectar el valor neto de la vivienda. Es fundamental conocer si existen cargas pendientes, ya que el comprador puede exigir que se descuenten del precio final.
Para una tasación precisa, utiliza herramientas profesionales y compara con datos reales de mercado. No dudes en consultar a expertos si tienes dudas sobre algún aspecto concreto de tu vivienda.
Consejos prácticos para una tasación acertada
- Reúne toda la documentación: Ten a mano escrituras, recibos de IBI, planos y certificados energéticos.
- Haz pequeñas mejoras: Pintar, reparar desperfectos o mejorar la iluminación puede aumentar la percepción de valor.
- Solicita varias valoraciones: Compara la opinión de diferentes profesionales o utiliza varias herramientas online.
- Analiza el mercado local: Observa las tendencias de tu zona y ajusta tus expectativas según la demanda real.
- Sé realista: Un precio ajustado facilita la venta y evita que el inmueble se quede tiempo sin compradores.